La acupuntura no cura el cáncer pero si mejora la calidad de
vida al disminuir los efectos secundarios, o eso es lo que puede extraerse de
los numerosos estudios de alaban los beneficios de esta técnica milenaria en
pacientes neoplásicos.
Y es que la inserción de agujas en puntos específicos de la economía
puede aliviar tanto el dolor tumoral, como las nauseas o vómitos posteriores a
sesiones de quimioterapia, y los síntomas asociados a la técnica radioterápica tales
como boca seca (xerostomía), trastornos del sueño o la ansiedad.
En clínicas contra el cáncer tan prestigiosas como la
Clínica Mayo (EEUU) se oferta como una terapia más para luchar contra la
enfermedad debido a sus numerosos beneficios.
Otros estudios relatan que podría tener un efecto activador
del sistema inmunológico, al favorecer la síntesis y activación de linfocitos y
células Natural Killers.
En definitiva, la acupuntura sigue demostrándonos día a día sus múltiples usos para tratar dolencias, pero debemos seguir investigando pues seguro nos quedan AÚN muchos efectos por descubrir.
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